Grito en silencio
Soy un adicto al silencio
pero con contradicciones.
Escucho música sin parar
quizá por no escuchar
mis propios pensamientos.
Grito al vacío en versos
aunque hay quien usa ese grito
como su propia voz
porque se le olvidó gritar.
Guardo silencio ante el dolor
de los terremotos de Ecuador
tierra amiga
y ante la corrupción y el hedor
de los papeles de Panamá
del patriotismo de pulserita
y evasión fiscal.
Guardo silencio ante mis propios miedos,
ante el vacío del silencio sin gritos.
Pero me retumban por dentro
el sufrimiento, la rabia
y las ganas de hacer ruido.
Descubro dentro de mí
silencios que debo a otros,
“te quiero” no dichos,
buenos deseos ocultos
y odios reprimidos.
Es lo que tiene el silencio,
que no te escuchan
ni los que ansían escucharte
ni los que sufren tus silencios
ni siquiera tú mismo.
Habrá que aclarar la garganta
y volver a gritar
aunque sea al vacío
guardado en un bote de letras.
Alza la voz, grita lo que quieras.
"Te quiero", "Te odio",
"no me mientas",
"sinvergüenzas"...
"Te echo de menos".
Rompe el silencio, haz ruido.
Nadie grita a un completo vacío.