sábado, 23 de agosto de 2014

Siempre fui, y aquí me tienes


Los amores de verano siempre duran más que el amor eterno...

Siempre fui, y aquí me tienes

Siempre fui más
de susurrar que de cantar,
de pedir en silencio que de gritar
a los cuatro vientos
aunque me muriera de ganas.


Siempre fui más de reír que de llorar
de puertas para fuera.
Aunque ahora se me note la tristeza
no quiero dejar de tomarme a broma,
aun comiéndome día a día la cabeza.


Siempre fui más de amar que de follar
y tuve poco de una y menos de la otra.
Siempre fui más de masturbar que de empotrar
a fuerza de hacer disfrutar el oído a letras
y usar la lengua como arma, y el lenguaje también.


Siempre fui más de dulce que de salado
y aquí me tienes, saboreando tu piel
con salitre y cloro y sudor y miel.
Siempre fui más platónico que real
y aquí me tienes, realmente a tus pies.


Siempre fui más de ser el amigo tierno
que el amante salvaje y desatado
que te provoca orgasmos y lágrimas
y aquí me tienes, encendido y dispuesto
a hacerte feliz en alma y cuerpo.


Siempre fui más de otra forma, y ya ves.
Aquí me tienes, soy tuyo, soy de ti.
Dime dónde y cuándo, y allí estaré.